Editar textos colectivos es todo un arte. Ensamblar, interpretar, reordenar, segmentar frases para lograr una narrativa única. Y que a la vez respete el espíritu individual de todos los que participaron. Lograr que quien sumó su granito de arena, aunque no encuentre su aporte en forma textual pueda sentir "el perfume" de sus ideas y sentirse parte. El arte de entretejer las partes y armar una historia compartida.
Les regalo un fragmento de Manos Mapa:
"Quiero quedarme aquí con ellas. Disfruto de cada surco, cada curva. Vestigios de aquellas primeras caricias. Hay personas que dicen leer el destino en las líneas de las manos pero será que todo está allí escrito? O se modifica según las circunstancias?
No quiero mirar hacia atrás y convertirme en una estatua de sal. La vida está adelante, llena de sorpresas con sabor a nuevo.
Camino lentamente por mi palma adoquinada, granito gris con huellas coloniales y remotas. Hay un cruce con cinco carteles que formulan preguntas. Algunos de los caminos parecen de cornisa y cuesta transitarlos. El camino más corto dice -este es tu destino, mi camino no tiene dudas, no tiene regreso. Otro indica -aquí está el camino más ancho y fácil pero también el más aburrido. Aquel indica -encontrarás joyas y lujos. El último, con signos de exclamación proclama -cambia tu rumbo ahora mismo! pero antes reflexiona sobre qué sentido darás a tu vida.
Cierro e puño sin apretarlo, con la certeza de que mi mano se abrirá nuevamente con solo pedírselo, y recojo el arrullo de Serrat… “caminante no hay camino, se hace camino al andar".