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  • Foto del escritorSol Giannetti

Los tan necesarios “oasis” en las redes

Navego por las redes todos los días, como casi todas las personas de este mundo. Veo noticias, marcas, servicios, frases, fotos, logos. Mucha invitación a ver, comprar, aprovechar una promoción. No me molesta, de hecho, soy consumidora on line y me facilita la vida tener tantos canales de comunicación. Y no sólo para comprar sino para ofrecer lo que produzco y hago. Sin embargo, cada tanto me gusta encontrar un oasis dentro del mar de información rápida y pre masticada de las redes. Una nota de esas que te enamoran y te dan ganas de leerlas completas.


¿Qué nos cautiva de una buena nota? ¿Por qué, de pronto, dejamos de estar atentas al largo que tiene ni nos preguntamos cuánto falta para llegar al final?



En general, nos atrae una buena foto acompañada de una pregunta. Las preguntas son amables, generosas, nos abren la puerta para entrar a un tema, nos invitan a transitar un recorrido. Entonces: una foto, una pregunta y un texto bien escrito, con poética propia y un mensaje claro para decir. Cuando encuentro una nota de éstas en las redes sociales me provoca la sensación de haber llegado a un oasis.



No soy prejuiciosa. Puede ser un artículo presentado por una empresa, una asociación o una persona. Estar asociada a un producto de higiene personal, una misión solidaria o una historia de vida. Porque todos creamos, desde la experiencia, informaciones interesantes para compartir. Vender un servicio o un producto convive con compartir información sobre el nicho al que pertenecemos. Cuando desarrollamos un producto estamos aprendiendo. Sobre las materias primas, los productores, el desarrollo local, los sistemas de producción. Hay mucho conocimiento por detrás de una acción comercial. ¿Por qué no comunicarlo y permitir que más personas aprendan y a la vez conozcan lo que mi marca tiene para ofrecer?


Pero para lograrlo hay que tender un puente. Entre la imágen de marca y el enorme mundo que está detrás, casi invisible. Los procesos de trabajo, la gente, las conexiones entre el producto y los usuarios, las experiencias del cliente. Y si seguimos ampliando, podemos conectar también con la materia prima, los lugares donde es producida, el creativo que propuso un slogan y las anécdotas que están atrás de un diseño exitoso.


Estas notas nos hacen empatizar con ese otro que está ahí, creando proyectos, servicios o productos. Estas notas, en las que nos permitimos navegar con tranquilidad, a través de textos un poco más largos, nos hacen bien. Porque sentimos que algo nuevo aprendimos.


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